Ellos no saben de esos colores, no saben siquiera nombrarlos, por lo que no disfrutan de lo
que disfrutamos.
Pensaste, en ese atardecer, que son pobres, ignorantes y no tienen nada.
Te lo digo para que llores de ignorancia,
ellos tienen la calle mientras vos disfrutás de lo volátil. Sos pobre.
Llorá, ignorante.
Llorá, ignorante.
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