Nace de tres palabras que tengo en la cabeza.
Es el hijo de lo que no digo
y el amante de lo que no me animo.
Desvía un poco la mirada de los que no conozco.
Da rechazo y genera malas opiniones y enojos.
Crea intriga y revienta los ojos.
Esto, lo que escribo.
Genera una sonrisa.
Comete homicidio, se arrepiente
y resucita lo asesinado.
Choca con lo que vuela.
Se reparte destrozado en el piso.
¿Coordina con lo que soy?
Esto, yo.