Agora me quiero
pegar un tiro en la sien.
Ahí.
Pero sonrío.
Lloro de esa manera.
Todo va perfecto
hasta que te diste cuenta.
Te odio,
pero gracias.
La amo cuando se sienta frente al piano, la amo cuando apoya su cabeza en mis hombros y con su respiración marca el tiempo con el que sonrío...