miércoles, 10 de julio de 2013
Cuchillo Tramontina sin punta
Una aguja, que es tu palabra,
se me ha clavado en el ojo.
Es tu palabra
la que viajó, ciega y amplificada desde tu boca,
acompañada de una sonrisa con unos...
7 u 8 centímetros de oblicua sensibilidad;
la que, invisible,
se tomo un avión a mi retina, para
irritarla,
enrrojecerla,
desgarrarla y hasta
¿por qué no?
arrancarle unas
microgotas con destino de mejilla
deformada por unos otros
7 u 8 centímetros de oblicua felicidad.
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