Tu voz es púrpura.
El tiempo es rojo.
Tu boca rosa.
Tapamos el sol con el dedo medio. Todo se oscurece y permanece calmado, el todo. El aire está aquietado. Las carnes cansadas. Los flashes son tenues luces de velas. Estoy cansado de no escribirte, de no sonreírte. De ser me canso.
El amarillo es putrefacción.
Lo verde resurrección.
Gran poema, ahora sos poeta, y el caqui una milanesa.
ResponderEliminar;)