Esas palabritas que me contás
que me decís
caen como plumitas de pollitos, amarillas entre lo rojo sanguíneo y el verde inmaduro
yo te miro de abajo, tanto que parezco un chico.
Pienso cuando te miro mudo:
vas a matarme con un disparo de algodón de azúcar proveniente de tu boca.
miércoles, 22 de mayo de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Los poemas de amor son una mierda.
La amo cuando se sienta frente al piano, la amo cuando apoya su cabeza en mis hombros y con su respiración marca el tiempo con el que sonrío...
-
Es increíble la cantidad de nazis que hay en Berlín. Por supuesto que no los ves, pero están ahí, en el Metro, en Merindham, en la T...
-
Un faulduo se muere, de manera trágica, agotada, triste y desamparada, Dejó caer su cara, transformó su risa en una mueca horripilante, llen...
-
Tomó una hoja de un árbol de moras y empezó a partirla en pedazos no muy pequeños y no muy grandes. Tiraba un trozo de hoja cada cierto núme...
No hay comentarios:
Publicar un comentario