Ojalá te encuentre de nuevo,
en el desierto tan
seco de sesos y corazones crudos, tan seco de sangre arterial, roja, latente y de a chorros. Estoy más flaco, más viejo y un poco más zombie. Las radiaciones mortales hicieron jirones mi piel, mis nervios, mis dedos a hueso crudo, duro y blanco.
Vos, sin embargo, tan linda en tu putrefacción.
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miércoles, 29 de febrero de 2012
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