Entreabriendo los parpados
me encuentro a mi
parado delante
de un espejo gris.
¿Cruzarás a éste lado
para ver como te miro a ti?
Pregunta siempre mi reflejo
antes de ir a dormir.
Contesto que no,
no por ser malo
sino porque él soy yo.
Que mala pata sería
no saber dónde ir
cuando el otro decida
dormir al fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario